Un día te das cuenta de que...
...no sabes en qué se va tu tiempo. Te das cuenta que no estás haciendo cosas que te apetecen realmente, sino, más bien, cosas que te apetecen más que aquello que deberías estar haciendo. Piensas en todos los platos que no has cocinado, en historias que no has escrito, en juegos que no has jugado, en gente con la que no has hablado y no sabes dónde has metido todo ese tiempo.
Te pones a reflexionar y acabas llegando a una conlcusión: no has perdido tu tiempo; lo único que ocurre es que las cosas buenas a veces resultan más difíciles de recordar que las malas, puesto que tardan menos tiempo relativo en pasar.
Así que, cuando te das cuenta, llevas una historia relativamente avanzada, te has preparado una buena comida y, aunque no estás jugando a nada, no te importa.
Y, lo más importante, te apetece hacer esas cosas que deberías estar haciendo :)
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Micaela -